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¡Viva siempre en movimiento!

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Vital para el equilibrio y normalidad del cuerpo humano

La tan mencionada y recomendada terapia física puede ser la diferencia entre un dolor perenne y el bienestar consistente, pues se trata de una disciplina médica dedicada a mejorar el movimiento corporal humano mediante tratamientos que buscan el equilibrio y la normalidad del cuerpo humano. De esta forma, se logra lo que parecía imposible para muchas personas: vivir en movimiento. Al mismo tiempo, la terapia física promueve la salud de personas con enfermedades congénitas, adquiridas, agudas o crónicas, condiciones degenerativas o por desuso, que comprometan la funcionabilidad y el movimiento.

La terapia física aplica terapéuticamente los agentes físicos del agua, calor, sonido, electricidad y luz para curar o mejorar alguna condición del sistema neuro-osteo-muscular. Los especialistas en esta disciplina, es decir, los fisioterapeutas aplican una variedad de técnicas y ejercicios que ayudan a recobrar la salud y movilidad de músculos, ligamentos, tendones, articulaciones o huesos, a través de ejercicios, estiramientos y masajes, después de enfermedades o lesiones.

Así las cosas, la terapia física desempeña un papel integral, tanto en la prevención como en el tratamiento de diversas condiciones de salud relacionadas con el sistema musculoesquelético. Al abordar tanto aspectos preventivos como terapéuticos, se promueve el mejoramiento de la calidad de vida y la función física óptima de los individuos.

Ciertamente, la prevención puede ser fundamental para evitar complicaciones que pudieran traducirse en molestias, dolor y el tener que dedicar nuestro tiempo a tratamientos de condiciones que pudieron evitarse. Por esto, una visita a un fisioterapeuta sería esencial para que, mediante una evaluación, identifique áreas de riesgos de lesiones, especialmente en entornos deportivos o laborales. A través de programas de ejercicios específicos, se trabaja para fortalecer y estabilizar estas áreas, reduciendo así el riesgo de lastimaduras.

Al mismo tiempo, un especialista de terapia física le brindará la información necesaria sobre la buena postura y movimientos adecuados en su lugar de trabajo o en sus actividades diarias, clave para prevenir lesiones musculoesqueléticas a largo plazo. La corrección de hábitos posturales incorrectos puede ser fundamental para mantener la salud física.

Pero, si ya padece de alguna condición debe saber que la terapia física puede ser la clave entre una molestia o dolor permanente y el alivio o erradicación de los mismos. Por ejemplo, con frecuencia estos padecimientos aparecen luego de una lesión o cirugía. Aquí, la terapia física es esencial para la recuperación completa. Los fisioterapeutas diseñan planes de tratamiento personalizados para restaurar la función, mejorar la movilidad y reducir el dolor, proporcionando una ruta eficaz hacia la recuperación.

Por otro lado, una de las angustias más grandes que puede vivirse es el manejo del dolor crónico. Para empezar, olvide eso de que “tiene que aprender a vivir con dolor”. ¡Nada más lejos de la verdad! En estos casos, la terapia física puede ser parte de un enfoque integral, a través de técnicas especializadas, ejercicios terapéuticos y educación. De esta forma, alivian o eliminan las molestias cotidianas. 

El tratamiento de condiciones crónicas, como la artritis, es otra de las especializaciones de los fisioterapeutas, mantenimiento la movilidad y mejorando la funcionalidad de las articulaciones. Estos expertos de la salud colaboran estrechamente con los pacientes para desarrollar estrategias de autocuidado y ejercicios adaptados a las necesidades específicas de cada persona.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA TERAPIA FÍSICA EN PERSONAS MAYORES?

El ejercicio, como tratamiento, tiene muchos beneficios como, por ejemplo, la disminución del estrés, el mejoramiento de la fuerza y la movilidad, la alteración de creencias y miedos, el aumento de la tolerancia a la carga, el robustecimiento del sistema inmune, o en caso de hacerlo de manera grupal, podemos añadir los beneficios de estar en un ambiente social.

Con el envejecimiento, las personas suelen hacerse más dependientes, ya que aparecen muchas limitaciones causadas por el paso de los años, o bien pueden sufrir una patología determinada (caídas, fracturas, esguinces, pérdida de fuerza, etc.).

La práctica de ejercicio físico como prevención, o cuando aparece alguna patología, será fundamental para mantener o recuperar la máxima funcionalidad de la persona y que consiga ser lo menos dependiente posible.

En conclusión, la terapia física no solo trata las condiciones existentes a cualquier edad, sino que también juega un papel crucial en la prevención de lesiones y en la promoción de la salud física a lo largo de la vida. Su enfoque holístico aborda las necesidades individuales, proporcionando beneficios a largo plazo para la salud y el bienestar.